Para cambiar tu casa y hacerla más sostenible energéticamente no es necesario invertir en una gran obra, basta con pequeñas reformas que harán que tu vivienda habitual se convierta en una passivhaus. 

A menudo, una reforma impone y nos da bastante miedo por todos los inconvenientes que genera, pero una vez que te decides a hacerla, es mejor plantear todos los cambios que quieres hacer para no tener que repetirla.

Por supuesto, ya que hacemos una reforma, debemos conseguir que nuestra casa tenga eficiencia energética para poder ahorrar y contribuir al medio ambiente. ¿Qué puntos debemos reformar en nuestra casa?

Aislamiento térmico

Es importante aislar bien la vivienda para que el calor que hemos conseguido no encuentre fugas.

Se tiene que aislar todo el exterior de la casa, comprendiendo paredes exteriores, cubierta y solera. Esto es beneficioso tanto para los meses fríos como para el verano.

El grosor recomendado de aislante depende del clima del lugar, partiendo desde 5 centímetros.

Puertas y ventanas

Las carpinterías exteriores son las principales entradas de aire a nuestra vivienda, y por tanto las que más hacen que se mueva la temperatura en el hogar.

Tenemos que conseguir que las puertas y ventanas tengan una baja transmitancia térmica. Otra solución es poner ventanas con doble acristalamiento y rellenos de un gas inerte. De esta manera la temperatura se mantendrá estable dentro de nuestra casa

Sistemas de ventilación mecánica

Con los sistemas de ventilación mecánica se puede recuperar el calor generado por todos los electrodomésticos que se tienen en las viviendas ( frigorífico, lavadora, lavavajillas…) para calentar el aire frío que se introduce en la casa proveniente del exterior.

El segundo paso es expulsar el aire para que la casa se ventile y no se muestre un ambiente cargado en ella.

¿No sabes como ejecutar esta reforma en tu vivienda? En GMEnergía te asesoramos.